Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 28 marzo 2024.

CITA CON LA HISTORIA

    Crónica de la celebración del 40 aniversario de la asamblea de Barcelona. Este lunes 11 de julio, a las 11:15 horas, en la iglesia de Sant Medir, Barcelona, el Consejo Confederal de CCOO convoca de forma solemne el 11º Congreso en el mismo lugar donde hace 40 años celebró en la clandestinidad lo que bien podría denominarse su Congreso 0. El párroco que facilitó las instalaciones de la parroquia en 1976 "bendijo" ayer el futuro de CCOO.

    12/07/2016.
    Mesa Consejo

    Mesa Consejo

    En el patio de la Iglesia de Sant Medir, dirigentes e invitadas, jóvenes, menos jóvenes e historia viva del sindicalismo y la izquierda celebraban, mientras esperaban para sus acreditaciones, el reencuentro tantas veces anhelado. El tiempo transcurrido, el recuerdo de las personas que ya no están, los achaques de la edad madura, las cosas de la política y la familia dominaron la conversación. Unos minutos antes, a unos metros de allí, el secretario general de CCOO de Catalunya, Joan Carles Gallego y el concejal del Ayuntamiento de Barcelona, Joan Sanromà, rindieron merecido homenaje a Cipriano García, histórico sindicalista y moderador de aquella Asamblea de Barcelona, bajo una placa que lleva su nombre. En poco espacio se concentró ayer buena parte de la memoria viva de la libertad, al natural, sin retoques, con el orgullo de haber contribuido a conquistar la democracia. Nada más y nada menos.

    El poeta Ángel González escribió con su habitual lucidez: Te llaman porvenir porque no vienes nunca…te esperamos aún, todavía, siempre. Ayer, CCOO se citó con la memoria para sellar una estrecha relación con el futuro. Estos 40 años -cerca de 60, si nos atenemos al surgimiento de las primeras comisiones obreras- así lo avalan. Y es la inquebrantable voluntad de defender los derechos de las trabajadoras y trabajadores nuestra mejor garantía. Sin un compromiso firme e inteligente con la población asalariada y, de manera singular, con las personas que peor lo pasan, no hay sindicalismo que valga.

    Por unanimidad en unos casos y por casi unanimidad en otros, los miembros del Consejo Confederal, al calor de aquel verano de 1976, ayer repetido, votaron la propuesta de normas y de distribución de delegadas/os que presentó el secretario de Organización y Comunicación, Fernando Lezcano -“tenemos que empezar a evaluar las normas con otra mirada; al fin y al cabo son el código que garantiza la participación y la democracia en nuestros congresos”-, y la Carta de convocatoria del 11 Congreso que resumió el secretario general, Ignacio Fernández Toxo: “en la dura y oscura noche del franquismo, había que tener el valor y el coraje de liderar la lucha por la libertad y los derechos de los trabajadores/as. Las gentes de CCOO lo hicieron, y gracias a aquellas personas -algunas presentes en esta sala- estamos hoy aquí como el primer sindicato de España”. El testimonio entrañable y sincero del Mossen Bigordà de Sant Medir dibujó pasado y presente con la austeridad de la buena y comprometida iglesia, un ejemplo de tesón y lucha que el propio Toxo se encargó de valorar.

    Las instalaciones de la iglesia de Sant Medir no son muy distintas a las de hace cuarenta años. En la planta baja se ha incorporado un ‘pequeño privilegio’: el aire acondicionado. En la azotea de invitados, la temperatura era generosa: 40 grados. Pero el Consejo Confederal supo estar a la altura, y en poco menos de una hora, dio cumplida cuenta del orden del día. El 11º Congreso ya está en marcha. La Comisión de Ponencias debe ahora fabricar el mejor material para que el lema que nos acompaña durante este año de reivindicación de la memoria “Repensar el sindicato”, tome cuerpo y no se quede en publicidad. Luego, el debate, las enmiendas, los agrupamientos, el buen clima, la democracia y el voto.

    Intervención de Owen Jones

    Fue presentado por la Secretaria de Comunicación de CCOO de Catalunya, Dolors Llobet. “Hombre de izquierdas, analista, escritor, periodista, activista, defensor de la candidatura de Jeremy Corbyn al frente del Partido Laborista, un joven aliado del movimiento sindical que no duda en recuperar el lenguaje del conflicto social, con especial atención a la situación de las trabajadoras y trabajadores”. Owen Jones no defraudó en una intervención con más tono y contenido de mitin que de conferencia. Emotivo, entusiasta, agradecido a CCOO, a su lucha contra la dictadura, a su contribución a las conquistas democráticas. Combatió con dureza el brexit, las mentiras de sus defensores, el racismo y la xenofobia que no disimularon, el espejismo de sus promesas. Arremetió contra el capitalismo de casino, contra la gestión neoliberal de la crisis, contra las políticas de austeridad y los conservadores de Bruselas. Fue la suya una intervención animosa, del agrado de la mayoría de la audiencia, de fuerte perfil ideológico. Denunció la insoportable desigualdad que permite a los banqueros derrochar miles de millones de euros sin que paguen por ello, mientras se estrecha el cerco del fisco contra quienes pierden su empleo, su salario y su casa. Una intervención que se esperaba más reflexiva, pero de acusado tono emocional. En el turno de preguntas, fue más explícito y trascendió a la estructura simple del discurso inicial. Con las palabras de reconocimiento a su presencia y apoyo, Dolors Llobet dio por concluida la sesión de la mañana.

    Refrigerio y acto público

    En la sede de CCOO de Catalunya, miembros del Consejo Confederal e invitadas/os, hicieron frente a la sed (caña de cerveza y agua), y se acercaron con más prisa que pausa a las mesas repletas de variadas tapas y comida digna. Colmaron con moderación el apetito acumulado y en los autobuses de transporte colectivo atravesaron la ciudad para dirigirse al Espai Josep Bota (Can Fabra), antigua y muy importante fábrica del textil catalán, europeo y mundial, para celebrar en sus instalaciones, el acto institucional y público que ponía punto final a los actos del 40 aniversario. Un punto y final que se hizo esperar, al tener que encajar con paciencia e incertidumbre tiempo de intervención y programa. El denso tráfico de la gran ciudad, las distancias a cubrir y la compleja actividad programada perturbaron un poco el desarrollo del acto, pero no lo deslucieron. El eficaz, desinteresado y generoso trabajo de cuantas personas de CCOO participaron en su organización lo hicieron posible, a pesar de las urgencias del transporte de vuelta, que no espera a los rezagados. Pere Camps y Mercè Arànega presentaron con diligencia el acto. Recordaron la trayectoria solidaria, brillante y combativa de CCOO y cedieron la palabra a la alcaldesa Ada Colau, que dio la bienvenida a las gentes de CCOO, elogió el trabajo del sindicato y recordó que sin memoria no hay futuro. Dirigió la mirada hacia su tarea, destacó la relevancia de ser la primera alcaldesa de Barcelona y precisó el carácter popular del ayuntamiento que preside. Antonio Gutiérrez Vegara, el que fuera durante 13 años secretario general de CCOO y asistente a la asamblea de Barcelona de 1976, realizó una muy clarividente y densa intervención. Repasó aquella asamblea de 1976 –más que un impulso organizativo, fue un impulso por la libertad y la democracia-, ensalzó a alguna de las personas por su papel en la consolidación y crecimiento de CCOO, con especial mención a tres de ellas, en las quiso simbolizar a los miles de mujeres y hombres que se han dejado la piel por este sindicato: Nicolás Sartorius, que se encontraba allí, al que atribuyó el perfil del proyecto sociopolítico; Julián Ariza, primer secretario de Organización de CCOO y al que reconoció su singular trabajo -también presente en el acto-; y Ángel Rozas, ya fallecido, persona entrañable y luchador incansable. También citó a Agustín Moreno y Salce Elvira, en la sala y activos militantes y dirigentes del sindicato. Repasó la situación política y advirtió contra los que entienden el gobierno del cambio como el resultado del posible fracaso de Rajoy. Fijó algunos rasgos de los principales partidos y los emplazó a no repetir lo sucedido tras el 20 de diciembre. “Al fin y al cabo, los no creyentes siempre hemos oído de los creyentes, que al cielo se llega después de muerto”, concluyó.

    Fue a continuación el turno de las luchas obreras (José María Campos y Maruja Ruíz, de Motor Ibérica, Paqui González, de Valeo), de las reivindicaciones de trabajadoras en sectores de fuerte precariedad (Gladys Medina, camarera del piso y María del Carmen Jiménez, trabajadora del hogar).

    Joan Carles Gallego, secretario general de CCOO de Catalunya, agradeció a las representaciones políticas, institucionales y sociales su presencia en el acto, dibujó algunos rasgos de la política catalana y reiteró su complicidad con el proyecto confederal de CCOO. Gallego recordó la singularidad de la asamblea de Barcelona en una España convulsa que supo anteponer la democracia a los apaños, gracias sobre todo a quienes convirtieron a este sindicato en el principal factor de cambio y combate por la libertad.

    La clausura, aunque se hizo esperar, fue de alto voltaje político y emocional. El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, empezó diciendo que “hoy hacemos un homenaje a las personas que hacen país de verdad, a las que hacen historia, a las decenas de de miles de hombres y mujeres que convirtieron la Asamblea de Barcelona en la antesala de la constitución del primer sindicato del país, un baluarte en defensa de los derechos de las trabajadoras y trabajadores”.

    Toxo reiteró que las libertades democráticas no fueron el regalo de unas élites, fueron el resultado de la lucha de decenas de miles de personas. “Franco murió en la cama, pero la dictadura murió en las calles. La gente que lideró este combate tuvo además la generosidad de impulsar una transición apoyada en la reconciliación de todos los sectores, de todas las ideas. De esa gente hemos aprendido. Ahí se plantaron las raíces del frondoso árbol que hoy son las Comisiones Obreras”.

    El secretario general de CCOO afirmó que “hoy vivimos una suerte de encrucijada. Hemos pasado un cuatrienio negro, donde los derechos sociales y laborales han sufrido un brutal retroceso, pero existe una alternativa al neoliberalismo que debemos construir, ganando hegemonía social, política y cultural”. Siguió con la situación política y advirtió que “el 20D ofreció a la izquierda una oportunidad que no supo gestionar, y eso ha defraudado las expectativas de mucha gente y ha provocado la abstención en las elecciones de junio. Pero no está todo perdido. No es mi función decirle a los partidos lo que tienen que hacer, pero este país tiene necesidad de cambio, porque debe afrontar sin demora problemas muy graves. La Constitución del 78 permitió construir la democracia y ha permitido la convivencia y modernización del país. Ahora muestra algunos síntomas de agotamiento y urge un nuevo encaje territorial que supere el estado de las autonomías. Hace falta una regeneración democrática, la derogación de la Ley Mordaza y del artículo 315.3 del Código Penal, si queremos impedir que siga retrocediendo la calidad de la democracia. De la misma forma que deberemos recomponer el cuadro de derechos laborales perdidos, constitucionalizar algunos derechos del trabajo para preservarlos de la acción de gobierno y recuperar el equilibrio en las relaciones entre trabajadores y empresarios”.

    El secretario general de CCOO concluyó, advirtiendo que hay que recomponer las garantías políticas y sociales y la calidad de vida de su ciudadanía. Una agenda que es también la de CCOO, una organización de clase que pretende representar lo mejor que sabe los intereses de trabajadoras y trabajadores, que son los de la mayoría de la sociedad española. Por eso merece la pena seguir siendo sindicalista. Es un honor dirigir hoy, en 2016, el sindicato de Marcelino Camacho y todas las personas que lo han hecho posible”.