Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 18 abril 2024.

El paro baja en julio, pero el 92,4 por ciento de los nuevos contratos son temporales

    Julio es un mes en el que tradicionalmente baja el desempleo, debido a la contratación en sector turístico, hostelería y comercio, que genera empleos precarios – temporal y a tiempo parcial - y donde se pagan bajos salarios. Los contratos eventuales suponen el 92,4% de los contratos registrados en julio, mientras que solo el 4,4% fueron indefinidos a tiempo completo y el 3,1% indefinidos a tiempo parcial.

    02/08/2016.
    El paro bajó en julio

    El paro bajó en julio

    El número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo se ha reducido en 83.993 personas en el mes de julio, siguiendo el patrón habitual de la economía española que, con la llegada de la primavera, entra en una fase de estacionalidad positiva vinculada a determinadas actividades. En términos desestacionalizados la reducción se queda en casi la mitad (-48.573 personas).

    El paro ha bajado en todos los sectores (agricultura, industria, construcción y servicios y en el colectivo sin empleo anterior), aunque el descenso es menor al del año pasado en la industria y la construcción y sensiblemente mayor en los servicios, donde se concentra la reducción del desempleo este mes.

    El descenso mensual del paro es más intenso entre los hombres (-2,94%) que entre las mujeres (-1,67%), y lo mismo sucede en términos interanuales, lo que evidencia que las mujeres vuelven a quedarse atrás en la recuperación del empleo. El desempleo femenino (2.066.340) supera cada vez más claramente al masculino (1.616.721) y refleja como los hombres están saliendo del desempleo en mayor medida que las mujeres. El 56,1% de los parados registrados son mujeres.

    Creciente precariedad del empleo y la contratación

    A pesar de que los contratos temporales apenas aumentan en julio de 2016 respecto al mismo mes del año pasado, los datos de la contratación reflejan una precariedad creciente: el 92,4 % de los contratos registrados en julio fueron de carácter eventual; solo el 4,4% fueron indefinidos a tiempo completo y el 3,1% indefinidos a tiempo parcial. En julio de 2016, el crecimiento dentro de los contratos indefinidos ha sido mucho mayor entre aquellos firmados a jornada parcial frente a los firmados a jornada completa.

    En julio de 2016 cuatro de cada diez contratos (el 37,45%) han sido contratos a tiempo parcial, lo que unido al altísimo porcentaje de contratos temporales da una imagen clara de la precariedad laboral que soportan las y los trabajadores cada vez que firman un contrato.

    Una enorme precariedad acompañada de una rotación en el empleo que roza lo absurdo, como lo demuestra la comparación entre las afiliaciones a la Seguridad Social. En el último año se han registrado 24,4 millones de altas en la Seguridad Social, que han venido acompañadas por 24 millones de bajas: son 48,4 millones de movimientos que multiplican por 96 veces el aumento neto en el número de afiliados en el mismo periodo.

    Empeora la protección de la población desempleada

    La enorme duración de la crisis, el fracaso de las políticas de empleo, la reforma laboral y el recorte en las prestaciones por desempleo impuestas por el Gobierno están causando un gravísimo deterioro en la protección a los desempleados que afecta tanto a la cantidad como a la calidad: cada vez son menos las personas desempleadas que cobran prestaciones y cada mes que pasa la prestación es más baja. Los datos del SEPE sitúan la tasa de cobertura bruta en el 55,1 %, con un descenso del 1,1% en comparación con el año anterior y un descenso muy superior (-32%) en relación a su valor máximo alcanzado en 2010, cuando llegó al 81%. Tanto la prestación media percibida (761,2 euros mensuales) como la prestación contributiva bruta (780,5 euros) han seguido disminuyendo respecto al mismo mes de 2015.

    Ante este panorama, es necesario mejorar el poder de compra de los salarios para impulsar la demanda interna, así como un aumento vigoroso del empleo y una rebaja rápida del paro. Para CCOO, asimismo es preciso que el nuevo gobierno lleve a cabo un giro hacia una política económica que fomente el cambio estructural del aparato productivo, que promueva el uso eficiente de los recursos públicos en todos los niveles de la Administración y que ayude a recuperar la demanda interna. El objetivo debe ser sacar la economía española de su patrón tradicional de crecimiento de bajo valor añadido, sin industria, empleo inestable y salarios bajos. Para ello hace falta aumentar suficientemente la inversión pública y reorientarla hacia la mejora de la calidad y el contenido tecnológico de las empresas. Los servicios de alto valor añadido, los servicios a las personas, la reorientación del sector de la construcción hacia la rehabilitación y la eficiencia energética y un sector industrial diversificado con presencia creciente de los sectores de futuro tienen que ser la base del nuevo modelo.