Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 29 marzo 2024.

CCOO pide a la ministra de Sanidad menos improvisación y la reapertura de los espacios de participación

    10/01/2017.
    Copago medicinas

    Copago medicinas

    Ante las declaraciones efectuadas ayer por la ministra en relación con un incremento de copago farmaceútico, CCOO alerta del aumento de la exclusión farmacéutica derivada de la reformas sanitarias de la última legislatura sobre los copagos, la exclusión de más de 400 medicamentos de la financiación pública y el incremento de los precios. El debate del incremento del copago farmacéutico coincide con el acuerdo con la gran industria para aumentar el gasto farmacéutico, al tiempo que se mantienen restricciones presupuestarias, con riesgo de más recortes en otros ámbitos del sistema público de salud.

    El secretario de Protección Social y Políticas Públicas de CCOO, Carlos Bravo, ha advertido de las consecuencias que las reformas impuestas en la anterior legislatura en los criterios de copago farmacéutico y la exclusión de centenares de medicamentos de la financiación pública, han tenido sobre la calidad y la universalidad del acceso al derecho a la salud de los ciudadanos.

    “Los datos muestran con claridad”, ha señalado Carlos Bravo, “que uno de los efectos de la exclusión de la financiación pública de centenares de presentaciones farmacéuticas aprobado en los últimos años, pone de manifiesto que hay un consumo de medicamentos, cada vez mayor, que depende del nivel de renta personal o familiar”. Sólo entre 2010 y 2014 esta medida supuso que las familias tuvieron que asumir un gasto adicional cercano a los 2.000 millones de euros. Como consecuencia de esta medida, el gasto en medicamentos de venta libre pasó de un promedio del 18,9% del total de gastos en medicamentos (excluyendo los productos médicos perecederos) en 2010, al 23,7% en 2011, el 29,1% en 2012, el 32,2% en 2013 y el 31,1% en 2014.

    Por otro lado, aunque las cifras de gasto sobre la venta de medicamentos de prescripción incluyen el gasto total, con independencia de si hay o no financiación pública, cruzando los datos del Sistema de Cuentas de Salud con los datos de facturación por recetas que publica el Ministerio de Sanidad, puede observarse que si en 2010 el 88,3% de este gasto estaba cubierto por la financiación pública, en 2014 sólo lo era el 83,5%. Ello supone que la aportación personal o familiar se ha incrementado en 540 millones de euros.

    En un sentido similar actuarían los nuevos copagos previstos en la atención sanitaria (transporte sanitario no urgente, prestación ortoprotésica, productos dietéticos...) y el actual modelo de copago farmacéutico por su impacto negativo, especialmente para los niveles de renta más bajos, y su inadecuación para las situaciones de especial necesidad vinculadas a cronicidad o pluripatologías.

    En este sentido, CCOO ha venido reclamando la necesidad de sustituir este modelo por otro que responda a las necesidades de los ciudadanos, elimine los copagos para los colectivos más desfavorecidos, evitando que se generen barreras en el acceso a los tratamientos necesarios, y los reduzca con carácter general aplicando límites y criterios de progresividad. Además, a la par deben incorporarse aspectos relacionados con el uso racional del medicamento y acciones de educación sanitaria e información.

    En definitiva, por ambas vías –exclusión de la financiación pública e introducción de nuevos copagos– se ha desplazado parte del gasto farmacéutico directamente a los bolsillos de los pacientes. Se trata de una quiebra del sistema de aseguramiento público que se aprecia en otros aspectos de los servicios públicos, desplazando la responsabilidad desde los instrumentos de solidaridad generados por sistemas impositivos o de cuotas sociales hacia las personas directamente afectadas, obligadas a hacerse cargo de nuevas tasas, contribuciones o copagos.

    Llama la atención en este sentido el hecho de que la mayor parte del gasto se sigua situando en los medicamentos de prescripción, y que entre 2013 y 2015 se haya incrementado el número de recetas en un 2,6% y el precio medio por receta en un 1,2%, de modo que se consolida esta tendencia al incremento del gasto. Además, el gasto farmacéutico hospitalario crece a un ritmo del 27% (dato de 2015), suponiendo ya una cantidad de 6.650 millones de €.

    Mientras el Gobierno compromete ante la Comisión Europea de forma recurrente la reducción del gasto sanitario público, de forma opaca, los Ministerios de Hacienda y de Sanidad han negociado con Farmaindustria un Protocolo de Colaboración que pretende, precisamente, perpetuar la tendencia al crecimiento del gasto farmacéutico. Comprometiendo un crecimiento del mismo de hasta un 1,8% en 2016, 2,2% en 2017 y 2,6% en 2018, porcentajes que se aseguran como margen de crecimiento a la industria farmacéutica aunque se recorte en el conjunto del gasto sanitario, algo que sólo podría hacerse con nuevas medidas sobre el empleo, la inversión tecnológica, en investigación o sobre las carteras de servicios. Se protege a los laboratorios farmacéuticos aun a costa de intensificar los problemas en otras áreas de la protección de la salud.

    Por todo ello, CCOO ha venido reclamando al Ministerio de Sanidad la necesidad de retomar las Mesas de Diálogo Social que en la anterior legislatura se pusieron en marcha pero se vieron interrumpidas con los sucesivos relevos ministeriales. En ellas, CCOO ha planteado propuestas que abordan los verdaderos retos del sistema público de salud, los relacionados con la universalidad de la atención, la suficiencia de las prestaciones, su sostenibilidad y financiación. En este sentido, CCOO se ha dirigido a la nueva ministra, estando aún sin respuesta por parte de la misma.