Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 29 marzo 2024.

CCOO denuncia el comportamiento injusto e hipócrita de la Unión Europea con los refugiados e inmigrantes

    La noticia de que la Comisión forzará a los Estados miembros a prorrogar los plazos de detención a los extranjeros indocumentados, con el fin de ampliar las deportaciones de estas personas, supone otro jalón a añadir a la galería de vergüenzas de la UE en esta materia. Las deportaciones no dependen de los tiempos de internamiento sino de la documentación de las personas afectadas que, por otra parte, tienen derecho a recurrir jurisdiccionalmente las órdenes de expulsión. CCOO condena sin paliativos esta iniciativa por inmoral e injusta y reclama vías seguras para los refugiados.

    01/03/2017.

    El próximo 18 de marzo se va a cumplir un año del vergonzoso acuerdo entre la Unión Europea y Turquía, que evidencia la absoluta insensibilidad de la Unión y de sus Estados miembros. Con este acuerdo eludían la responsabilidad de dar respuesta a las miles de personas que se agolpaban en sus fronteras deportándolas de nuevo a Turquía.

    La primera y gran consecuencia de él es que estas personas siguen llegando a Europa, pero ahora lo hacen a través de rutas más inseguras, fundamentalmente a través del Mediterráneo central, en el que ya han perdido la vida más de 25.000 desde el inicio de la Guerra en Siria. Esto evidencia que la preocupación fundamental de la UE no es proteger ni acoger a estas personas, sino simple y llanamente evitar que lleguen a Europa. Por esta razón, pretende ahora llegar a un acuerdo con Libia, tan vergonzoso o más que el ya suscrito con Turquía.

    En Libia los inmigrantes y refugiados son sometidos a ejecuciones, torturas, violaciones, trabajo forzado y todo tipo de abusos en campamentos gestionados como campos de concentración por los propios traficantes de seres humanos. La UE no puede pasar por alto esta circunstancia y cerrar los ojos ante el hecho de que Libia es un caótico Estado fallido desde que la OTAN interviniese en 2011 y donde el gobierno llamado de Unidad Nacional sólo controla una parte del territorio. Libia no es un país seguro.

    Por otra parte, en septiembre de 2015 se estableció un programa europeo de reubicación de emergencia. Este programa temporal se acordó en dos Decisiones del Consejo en las que los Estados miembros se comprometieron a reubicar hasta 160.000 personas desde Italia y Grecia (y en su caso desde otros Estados miembros), antes de septiembre de 2017. Es decir, en el plazo de un año. Sin embargo, en el conjunto de países de la UE, el número total de reubicados hasta la fecha es de 11.966, es decir solo el 7,47% de los 160.000 comprometido. En el caso concreto de España, el compromiso era acoger a 18.000 personas y han llegado solo 1.035 personas, únicamente el 5.5% del total comprometido.

    La Comisión debe instar de forma urgente a los Estados miembros que ya hayan participado en el régimen de reubicación, entre ellos España, a aumentar considerablemente sus compromisos de acuerdo con el tamaño de sus asignaciones y a acelerar los plazos de respuesta a las solicitudes de reubicación. También debe informar de los motivos de denegación cuando estos se produzcan. Igualmente ha de aumentar su capacidad de acogida para albergar a los solicitantes de reubicación. No es tolerable ver a personas que viven en condiciones infrahumanas sufriendo las inclemencias del frío y del hambre, mientras los países de la Unión Europea incumplen no solo sus compromisos humanitarios, sino lo que es más grave, las leyes y convenciones internacionales.

    Mientras tanto, asistimos a discursos y decisiones xenófobas por parte de muchos Estados miembros, cierres de fronteras, utilización de pulseras para señalar a las personas refugiadas, expropiación de sus bienes, etc. Todo ello, junto al auge de la extrema derecha, galopa a lomos de un agresivo discurso anti inmigración.

    Desde CCOO reclamamos vías seguras para los refugiados y condenamos que los gobiernos de los diferentes Estados miembros y la propia UE capitulen ante la oleada de xenofobia y racismo que atraviesa el continente. No existe una crisis de refugiados en Europa, sino que la llegada de refugiados –menos del 1 por ciento de la población europea– está poniendo en evidencia la crisis de la propia UE.

    CCOO considera que es necesaria una alianza social y política amplia, que incluya a los agentes sociales y a la sociedad civil, tanto en los Estados miembros como a escala europea para luchar contra el racismo y la xenofobia, hacer que se establezcan vías seguras y forzar a la UE a que cumpla sus compromisos en este terreno.