Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 28 marzo 2024.

Horas de espera en la Oficina de Asilo y Refugio

    CCOO denuncia que la falta de personal y la mala gestión provocan que se formen largas colas en la Oficina de Asilo y Refugio, a pesar de no haber llegado la avalancha de solicitantes que se preveía por la “crisis de los refugiados” y el compromiso de España en 2015 de acoger a más de 17.000 personas.

    25/07/2017.
    Colas de inmigrantes en la calle Pradillo

    Colas de inmigrantes en la calle Pradillo

    Delante de la Oficina de Asilo y Refugio (OAR), dependiente del Ministerio del Interior, se forman desde primerísima hora de la mañana largas colas de personas, a veces familias enteras, que esperan poder ser atendidas.

    La gente se va acumulando desde antes de las 7 de la mañana delante de la puerta, sin que nadie les pueda organizar dependiendo del trámite que necesiten realizar o de la situación en que se encuentre su situación de petición de protección internacional: desde un primer trámite para informarse y presentar su solicitud, hasta la renovación de papeles o el acceso a una entrevista concertada con el personal de trabajo social. CCOO ha hablado con algunas de las personas que hacían cola y manifestaban que, como a las 13:00 horas dejan de permitir el acceso a la oficina, se han visto obligadas a volver varias veces, y que tendrían que intentarlo incluso llegando a las 5 de la madrugada. Hay que tener en cuenta, además, que gran parte de estas personas no hablan castellano.

    Una vez dentro de la OAR, en las dependencias en calle Pradillo nº 40 de Madrid donde ahora ha quedado solo la atención a las personas solicitantes (todo lo relativo a la tramitación de expedientes se ha trasladado a otro edificio), se hace evidente la falta de personal que pueda turnarse para atender “todo tipo de preguntas y situaciones” en la ventanilla, al tiempo que atienden teléfonos y gestionan documentación. En cuanto a las dificultades con el idioma, en estas dependencias existen tres puestos de plantilla de traductores-intérpretes, de las cuales, sin embargo, solo está ocupada una desde hace años. No hay, ni siquiera, traductor-intérprete de plantilla de inglés, francés o árabe, con lo que continuamente hay que recurrir a personas de empresas externas, de ONGs, etc., que, por su falta de formación y experiencia, no siempre garantizan la calidad del servicio que sería imprescindible.

    Entre finales de 2015 y principios de 2016, para dar respuesta a la “crisis de los refugiados” y al compromiso de España con la Unión Europea, y contando con fondos europeos, se contrató a 94 funcionarios interinos para reforzar la plantilla de la OAR. En su mayoría, se trata de personal que se encarga de la instrucción de los expedientes de asilo. CCOO del Ministerio del Interior ya manifestó en aquel momento la necesidad de contratar igualmente personal de apoyo de otras categorías: más personal administrativo, intérpretes, trabajadores sociales..., lo cual los responsables de Interior no debieron de considerar necesario para que la maquinaria funcionase.

    Este sindicato denuncia además que ni siquiera el trabajo que se está asignando a instructores de asilo está bien planificado y las cargas de trabajo no obedecen a una planificación adecuada ni a una buena gestión; se han dedicado mucho tiempo a sacar trabajo atrasado y expedientes que se amontonaban durante los últimos años. Aún hoy los nuevos expedientes de solicitud de asilo, incluso con el informe —favorable o desfavorable— ya emitido, no pueden notificarse en un tiempo razonable.

    La consecuencia de todo ello es que la imagen de la calle Pradillo es la de una larga fila de personas de todas las edades, incluso con bebés que sufren el inmenso calor de estos días, menores y mayores con alguna discapacidad, y, sobre todo, con la desesperación que les ha llevado a abandonar sus países de origen en busca de una vida segura y digna.