Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 25 noviembre 2024.

REVISTA "TRABAJADORA", N. 73 (OCTUBRE DE 2021)

Entrevista a Ana María González Blanco: "La complejidad y diversidad de la realidad LGTBI+ nos ha exigido la combinación de líneas de trabajo", de Carmen Briz

    ANA MARÍA GONZÁLEZ nace en Madrid en 1967. Es diplomada en Trabajo Social (UCM) y trabajadora social del Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social del Ayuntamiento de Madrid. Se integra en la Comisión Ejecutiva Regional de Madrid en el año 2000 asumiendo la Secretaría de Política Social, incorporando ya desde ese momento las responsabilidades en materia LGTBI+. Tras un periodo como responsable de la Secretaría de Formación para el Empleo, a partir de 2004 retoma las tareas de Política Social integrando, en la propia denominación de la secretaría, las competencias en materia de Igualdad. Es en el año 2017 cuando se actualiza el nombre pasando a denominarse Secretaría de Política Social y Diversidad como fórmula de visibilización de compromiso sindical en este ámbito. A fecha de 30 de junio de 2020, las mujeres afiliadas a CCOO de Madrid suponen el 48,84%.

    25/10/2021.
    Ana María González Blanco, fotografía de Fran Lorente.

    Ana María González Blanco, fotografía de Fran Lorente.

    ¿Con qué recursos humanos y materiales cuenta para sacar su trabajo adelante?

    Básicamente con los recursos propios de la organización y en concreto, de la Secretaría de Política Social y Diversidad. El equipo técnico y sindical está conformado por Carmen Pizarro, Carolina Mújica y Ángela Gancedo que, junto con el apoyo y acompañamiento del grupo de activistas sindicales LGTBI+, son piezas clave en la construcción y materialización de los objetivos de trabajo.

    No obstante, la intervención sindical en esta materia es profundamente trasversal lo que conlleva la movilización e implicación de todas las estructuras, tanto federales como comarcales. Igualmente es imprescindible la cooperación de otras áreas sindicales de la Ejecutiva regional, especialmente, las relacionadas con los aspectos organizativos, de Comunicación, económicos o la colaboración del Sindicato Joven.

    ¿Cuáles son los temas fundamentales en los que ha trabajado su secretaría en estos últimos cuatro años?

    La complejidad y diversidad de la realidad LGTBI+ nos ha exigido la combinación de líneas de trabajo.

    Durante este último mandato me gustaría destacar tres de los ejes prioritarios de intervención sindical. La lucha contra la LGTBIfobia, el acoso laboral y la discriminación han sido los elementos centrales de nuestra estrategia.

    La aprobación de las leyes trans (Ley 2/2016, de 29 de marzo, de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación de la Comunidad de Madrid) y LGTBI (Ley 3/2016, de 22 de julio, de Protección Integral contra la LGTBifobia y la Discriminación por Razón de Orientación e Identidad Sexual en la Comunidad de Madrid) en la Comunidad de Madrid ha centrado gran parte de nuestros esfuerzos en materia de incidencia política. Con la campaña En clave de Igualdad. Actúa contra la LGTBIfobia y la edición de la guía con el mismo nombre, pretendimos analizar los aspectos fundamentales de estas normativas y trasponerlas a la acción sindical, aportando herramientas concretas a la representación sindical. Ambas leyes siguen, cinco años después, sin desarrollo reglamentario, lo que ha motivado reiteradas denuncias y la búsqueda de sinergias con los ámbitos políticos y activistas.

    La formación y la sensibilización son líneas de trabajo constantes que han sido fuertemente potenciadas a través de diferentes estrategias: talleres, grupos de discusión, diseño de materiales de difusión y merchandising. Hemos cualificado a la representación sindical y afiliación, rompiendo estereotipos y encaminándonos hacia modelos de empleo inclusivos. Se han elaborado protocolos de actuación para la negociación colectiva y consolidado las tareas de información y acompañamiento a personas LGTBI+ en situaciones de discriminación y acoso laboral. La incorporación de los derechos del colectivo en los ámbitos de diálogo social, como, por ejemplo, las medidas integradas en la Estrategia Madrid por el Empleo sobre políticas activas de empleo, ha sido otro de nuestros ámbitos prioritarios.

    Esta dinámica ha sido permanente, convirtiendo determinadas fechas en referentes de lucha. Fechas en las que la organización se activa y espera, con profundo interés, el programa de actividades.

    Por último, la alianza con el activismo LGTBI+ se ha situado como un objetivo irrenunciable. La dilatada colaboración con COGAM, Colectivo LGTB+ de Madrid y la cooperación con el prestigioso festival de cine LesGaiCineMad, siendo el Auditorio Marcelino Camacho su sede central, son algunos ejemplos de esa alianza, a la que, recientemente se suma, el acuerdo de colaboración con Arcópoli, Asociación LGTB de la Comunidad de Madrid en 2019 contribuyendo, entre otras cuestiones, en la detección y denuncia de situaciones de acoso y delitos de odio.

    ¿De qué campaña, de entre las muchas que han puesto en marcha durante los últimos cuatro años, siente más orgullo y por qué?

    Como bien señalas son muchas las campañas desarrolladas durante este mandato pero me quedaría con dos iniciativas o momentos. Los Encuentro Orgullo de Ser que instauramos en el 2017, además de premiar el compromiso de activistas, instituciones y colectivos en la defensa de los derechos LGTBI, se han convertido en un espacio de encuentro para la reflexión de primer orden. En la primera edición se galardonó al profesor de Antropología Social y Cultural, José Ignacio Pichardo, y al Ayuntamiento de Móstoles. El II Encuentro Orgullo de Ser 2018 reconoció a dos mujeres activistas y feministas, ejemplo de lucha incansable, Boti García y Carla Antonelli. Especialmente emotivo fue el III Encuentro Orgullo de Ser 2019 dedicado a la ley de matrimonio igualitario, con el reconocimiento compartido a Pedro Zerolo (in memoriam), a Beatriz Gimeno y Miguel Ángel Sánchez, protagonistas incuestionables de ese importante avance en derechos civiles.

    Por otra parte, la participación en la manifestación del Orgullo es ya, desde hace más de dos décadas, una cita ineludible. Sin embargo, la pandemia nos situó ante un reto sin precedentes, teniendo que afrontar un Orgullo LGTBI en circunstancias excepcionales. Por eso, se idearon un conjunto de actividades virtuales como la convocatoria del Concurso de Fotografía Mi mejor orgullo y el bus obrero interactivo (una forma de componer, de manera virtual, la comitiva que cada año integra el Autobús Obrero del Orgullo) y que recopiló momentos de manifestaciones precedentes.

    ¿Piensa que se tiene en cuenta el talento femenino en la organización o, por el contrario, continúa siendo más costosa la consolidación de mujeres líderes en CCOO?

    No cabe duda de que los avances en materia de igualdad en CCOO son irreversibles. La lucha de las sindicalistas construida desde hace décadas, junto con la complicidad de nuestros compañeros, da sus frutos y se materializa en mayores espacios de responsabilidad sindical asumidos por mujeres. Sin embargo, no se puede bajar la guardia y se debe seguir apostando por estrategias de igualdad efectiva y de acción positiva en el interno para erradicar ciertos elementos de discriminación que persisten, reflejo de la sociedad que somos.

    Mirando hacia el futuro, ¿en qué temas debería poner el foco de atención la secretaría que lidera?

    La radicalización de los discursos lgtbifóbicos de la ultraderecha y la complicidad del recién estrenado Gobierno regional va a obligar a multiplicar los esfuerzos para construir diques de contención desde lo social, en connivencia con el activismo organizado. En paralelo, se debe avanzar en estrategias de negociación colectiva para garantizar centros de trabajo libres de discriminación. Por último, hay que continuar potenciando líneas de diálogo social que promuevan la inserción laboral de los colectivos más vulnerables, como las personas trans.

    ¿Cómo desearía que fuera el sindicato?

    La organización tiene una potencia de la que no somos lo suficientemente conscientes. Poner en valor la capacidad de penetración en la sociedad a través de las empresas, de los centros de trabajo y valorizar a nuestro activo sindical deben situarse como ejes principales. La fortaleza para transformar socialmente, en lo macro y en lo micro, debe ser rentabilizada de forma más intensa.

    ¿Qué mensaje le haría llegar a las sindicalistas más jóvenes?

    En un contexto de precariedad social y laboral, que impacta agresivamente en la población joven, es fundamental movilizar nuestro perfil sociopolítico. Sentir el orgullo de formar parte de una organización como CCOO va más allá de la mejora de las condiciones de trabajo y somos clave en lo que se define como “salario diferido”. El derecho a una vivienda digna, a la movilidad, a una sanidad y educación pública y de calidad, a unos servicios sociales universales, avanzar en libertades y democracia suponen un poderoso testigo para entregar a la juventud sindicalizada.

    Carmen Briz es periodista y forma parte del equipo de la Secretaría Confederal de Mujeres e Igualdad de Comisiones Obreras.

    Revista Trabajadora, n. 73 (octubre de 2021).