Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 12 diciembre 2024.

CCOO se suma a las condenas internacionales por el intento de imponer la ley marcial en Corea del Sur

    Comisiones Obreras, junto al movimiento sindical internacional representado por la CSI y su regional en Asia-Pacífico, ha exigido el pleno restablecimiento y el respeto de la democracia en Corea del Sur y ha condenado la declaración de la ley marcial por parte de Yoon Suk-yeol. CCOO reafirma su solidaridad con los sindicatos coreanos afiliados a la CSI y muy especialmente con la Confederación Coreana de Sindicatos (KCTU) con la que se mantienen relaciones estrechas desde hace años.

    04/12/2024.
    El Consejo General de la CSI en solidaridad con el sindicalismo coreano

    El Consejo General de la CSI en solidaridad con el sindicalismo coreano

    El 3 de diciembre, Yoon Suk-yeol, actual presidente de Corea del Sur, declaraba la ley marcial. El Parlamento coreano era inmediatamente bloqueado por la policía y las tropas militares se movilizaban en lo que el presidente del sindicato coreano KCTU, Yang Kyeung-soo ha calificado como “una situación terrible en la que nuestra constitución y democracia han sido pisoteadas: un claro caso de insurrección en el que nuestra ciudadanía, armada únicamente con su convicción, ha roto el bloqueo, ha permitido que se levantara la ley marcial y ha sido una vez más protectora de nuestra democracia”.

    La declaración de la ley marcial no cumplía las condiciones estipuladas en la Constitución coreana y la ley que la regula que exigen “una necesidad militar… en tiempos de guerra, conflicto armado o emergencia similar”. La ausencia de tales condiciones, como ha señalado la regional asiática de la Confederación Sindical Internacional, junto con la falta de deliberación por parte del Consejo de Estado y la interferencia e intrusión de la fuerza militar en la Asamblea nacional, el órgano legislativo de Corea del Sur, hacen que la ley marcial no sólo sea inconstitucional sino también “un acto de traición”.

    Hacía 44 años que algo así no sucedía en Corea del Sur por lo que la conmoción política en el ámbito nacional e internacional y el impacto en la ciudadanía han sido enormes. El presidente Yoon Suk-yeol, en el punto de mira político, aludiendo a la necesidad de “erradicar las fuerzas pro-norcoreanas y mantener el orden constitucional” tomaba esta drástica decisión con el fin de extender su vida política en una situación límite.

    Como recuerdan los sindicatos surcoreanos “la ley marcial fue una herramienta elegida por las dictaduras militares de Park Chung-hee y Chun Doo-hwan para destruir la democracia y los derechos humanos con el fin de extender su poder. Es una medida que no se ha tomado durante 44 años desde que nuestra sociedad logró al menos un sistema democrático formal. Al final, frente a una crisis de su propio poder, Yoon Suk-yeol, ha admitido en esencia su dictadura antidemocrática a través de esta medida irracional de la ley marcial. El pueblo no perdonará esto y les recordarán el destino de los regímenes que declararon la ley marcial, que engañaron a la ciudadanía y que dañaron la democracia. El pueblo nunca perdonó a los regímenes que reprimieron a la ciudadanía y violaron la democracia”.

    Tras la revocación de la ley marcial, y en palabras de los dirigentes sindicales de la KCTU “ha llegado el momento de rendir cuentas”. La KCTU está convocando una huelga general indefinida hasta que la administración de Yoon renuncie y seguirán exigiendo el arresto de todos aquellos que han participado en la insurrección. El gobierno de Yoon ha reprimido sistemáticamente a la KCTU, arrestando incluso y deteniendo a más de 60 personas durante las manifestaciones del pasado 9 de noviembre contra su gobierno. En anteriores ocasiones, incluso fue arrestado el presidente de la KCTU, tras allanar la sede del sindicato la policía coreana y sacar a rastras a su dirigente.

    Comisiones Obreras junto a la CSI seguirán vigilantes ante la deriva de este ataque a la democracia y a las libertades del pueblo de Corea del Sur exigiendo el respeto por el Estado de derecho, la protección de los derechos y libertades fundamentales y la plena restauración de la democracia y de las instituciones democráticas, como ha señalado el secretario general de la Confederación Sindical Internacional, Luc Triangle.

    Por su parte, el secretario general de la regional asiática de la CSI, CSI-Asia Pacífico, Shoya Yoshida, ha señalado que “Corea del Sur tiene una orgullosa historia de superación de regímenes dictatoriales y militares para construir una democracia vibrante. El pueblo de Corea del Sur ha demostrado una y otra vez su compromiso inquebrantable con la paz, la democracia y los derechos humanos. En este momento crítico, es imperativo estar alerta para salvaguardar la democracia y el Estado de derecho”.