Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 15 noviembre 2024.

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REVISTA "TRABAJADORA", N. 78 (MAYO DE 2023)

Sociedad/ La brecha digital, de Raquel Gómez Merayo

    La brecha digital de género es una medida que muestra la distancia entre los niveles de mujeres y hombres en el acceso, uso y creación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Se define, según el INE, como la diferencia del porcentaje de hombres y el porcentaje de mujeres en el uso de indicadores TIC (uso de Internet en los últimos tres meses, uso frecuente de Internet, compras por Internet).

    29/05/2023.
    Fotografía de Txefe Betancort.

    Fotografía de Txefe Betancort.

    LA DIGITALIZACIÓN implica una transformación profunda de la sociedad así como del mundo del trabajo. La reducción de la brecha de género en competencias digitales es uno de los ejes que atraviesa de forma transversal el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y la Agenda España Digital 2026, hoja de ruta para la digitalización diseñada desde el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.

    En el conjunto de la Unión Europea, España es el octavo país con más mujeres usando Internet regularmente y se sitúa seis puntos por encima de la media y seis por debajo de Dinamarca e Irlanda, que son los dos países que encabezan la clasificación. En relación con la brecha de género en el uso regular de Internet, España se encuentra en el grupo de países sin diferencias entre géneros junto a Finlandia, Países Bajos, Eslovenia, Hungría y Grecia.

    Las españolas tienen un nivel superior a las europeas en las competencias de Internet. Con una puntuación de 57 sobre 100, España se sitúa por encima de la media de la UE (53), ocupando el puesto 10 de 27.

    La excepcionalidad de la pandemia de la COVID-19 forzó tanto a personas como a empresas a ampliar su uso de Internet. La comunicación, durante mucho tiempo, pasó de ser “cara a cara” a ser fruto de una conexión desde dispositivos electrónicos y teléfonos. Mujeres y hombres presentan porcentajes similares en el uso de Internet en su vida diaria. La diferencia radica en los servicios utilizados así como en las actividades. En el área de comunicación, son las mujeres quienes hacen un uso más elevado de llamadas o videollamadas a través de Internet (78%) y quienes participan en redes sociales (65%) 4 puntos por encima de los hombres en cada situación. En las actividades relacionadas con el entretenimiento, los varones tienen una participación mayor que las mujeres, de manera especial en jugar o descargar juegos así como para ver contenidos de vídeo y escuchar música o descargarla.

    Las mujeres optan por actividades relacionadas con la salud y la educación, siendo las principales la búsqueda de información para reservar citas médicas, comunicarse con educadores o estudiantes mediante herramientas de audio o vídeo y realizar cursos on line.

    La educación sigue siendo una de las áreas con mayores brechas de género, empezando por las diferentes vocaciones. De las personas matriculadas en el curso 2020-2021, un 55,6% del total fueron mujeres, y según el nivel académico, un 56% en Grado, un 55% en Máster y un 50% en Doctorado. El porcentaje de mujeres varía sensiblemente entre ramas de enseñanza. Entre quienes se matricularon en 2020/2021, hubo elevados porcentajes de mujeres en Ciencias de la Salud (71,4%) y bajos porcentajes en Ingeniería y Arquitectura (25,7%). La rama con las matrículas más equilibradas por sexo fue Ciencias (50,7%). En cuanto a estudios de Grado Medio y Superior técnicos y digitales, ellas son el 32% en el caso de Imagen y Sonido, y el 12% en Informática y Comunicaciones. Cabe destacar el interés de las mujeres por el diseño de videojuegos, centrándose principalmente en puestos de producción (23%) y diseño artístico (16%), y por el desarrollo de aplicaciones multiplataforma (12%) y de apps (16%).

    Otro indicador que muestra la desigualdad de género en la formación en STEM es el número de graduadas de entre 20 y 29 años en estas materias por cada mil habitantes. En 2020, en España había 12,3 graduadas en STEM por cada mil habitantes de ese intervalo de edad, frente a 29,2 graduados.

    En el Barómetro de Juventud y Género 2021. Ideas, representaciones y experiencias en una realidad compleja, del Centro Reina Sofía sobre adolescencia y juventud se observa que más de una cuarta parte de las jóvenes perciben los ámbitos asistencial, sanitario y del cuidado de personas como oficios más propios para las mujeres, cifra que se reduce a poco más del 22% en el caso de la educación y la docencia. Las percepciones de los jóvenes son mayores, alcanzando el 31% y el 27% respectivamente. Por el contrario, los y las jóvenes de ambos sexos creen que las ingenierías (29% según ellas, y 34% según ellos) y la informática (35% según ellas y 36% según ellos) son ámbitos propiamente masculinos.

    Participación femenina en el sector de las Tecnologías de la Comunicación y la Información (TIC)

    Europa se enfrenta a una escasez sin precedentes de profesionales de las TIC, ya que el 55% de las empresas de la UE tuvieron dificultades para contratar especialistas en TIC en 2019. Esto ha motivado que uno de los objetivos del programa de la Década Digital de la UE sea llegar a 20 millones de especialistas en TIC empleados en la UE en 2030, además de aumentar la participación de las mujeres, dado que éstas en las TIC representaban tan solo el 19% de los especialistas en 2021.

    En 2021, en España, el 20% de las personas especialistas TIC eran mujeres, una proporción que, mejora la media de la UE (19%), lo que pone en evidencia la gran diferencia de género que existe entre este colectivo de profesionales en nuestro país. Una de las razones de este desequilibrio es la falta de graduadas en ciencia, tecnología, matemáticas o ingeniería (STEM).

    Las ocupaciones con más contratos firmados por mujeres tienen que ver con la creatividad y la relación con las personas. Así, la mitad de los contratos de diseñadores gráficos y multimedia y uno de cada tres de técnicos en asistencia al usuario de tecnologías de la información corresponden a mujeres. En cambio, las ocupaciones más manuales, relacionadas con las operaciones o la instalación de sistemas, son las que generan menos contratos femeninos.

    En el caso de los puestos directivos, la proporción sigue la media global: solo uno de cada cuatro contratos de la dirección de servicios de TIC fueron para mujeres.

    En este sector también existe brecha salarial; la diferencia media de salario es de 5.352€ entre hombres y mujeres, lo que viene a indicar que el salario de éstas tiene que incrementarse un 16% para equipararse al salario de los varones.

    Las mujeres entre el personal en I+D en el sector TIC

    Según la Estadística sobre Actividades de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico, en el sector trabajan 22.089 personas de las cuales el 22% son mujeres.

    De forma mayoritaria las personas que trabajan en este sector lo hacen dentro de Servicios, de forma concreta, el 79% se concentra en Programación, Consultoría y otras actividades relacionadas con la Informática. Las mujeres se distribuyen de forma mayoritaria en los subsectores de Telecomunicaciones (25%), Portales web, Procesamiento de datos, Hosting y Actividades relacionadas (24%) y Programación, Consultoría y otras actividades relacionadas con la Informática (22%). También están presentes en la investigación dentro del sector TIC, representando el 20% de las personas dedicadas a esta actividad.

    Es necesaria una mayor participación de mujeres en todos los ámbitos que engloba la digitalización, de forma que se pueda garantizar que el mundo digital sea igualitario. Las sociedades deberían prepararse para el futuro del trabajo teniendo en cuenta la influencia de la tecnología sobre la formación, las relaciones sociales, el mercado de trabajo y su impacto sobre la igualdad de género.

    Diseñar y desplegar nuevas tecnologías bajo la guía de un abordaje basado en principios y buenas prácticas ayudará a asegurar que los estereotipos de género de hoy no queden internalizados en los sistemas tecnológicos de mañana, de forma que se cierren las brechas de género. Prepararse para el futuro implica que Gobiernos, organizaciones y toda la sociedad comprendan los desafíos y las oportunidades que presentan las nuevas tecnologías y cómo su uso favorecerá empleos justos y equitativos, promoviendo los derechos civiles y socio-económicos de las mujeres.

    Raquel Gómez es socióloga y forma parte del equipo de la Secretaría Confederal de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de CCOO.

    Revista Trabajadora, n. 78 (mayo de 2023).